La aparición del arte
|
Las primeras
manifestaciones artísticas de la Humanidad aparecen hace unos 27.000 años
durante la fase del Paleolítico Superior y son obra del Homo sapiens, es decir, de individuos de
nuestra propia especie.Dentro del arte paleolítico podemos hacer una primera
clasificación:
· Arte rupestre o parietal, referido a las pinturas, relieves, grabados
realizados en las paredes de las cuevas.
· Arte mueble o mobiliar, estatuillas y objetos que se pueden trasladar de un
sitio a otro.
En el arte sobre
las paredes de las cuevas destacan sobre todo las pinturas. Están
realizadas en las zonas más escondidas de las cuevas. Representan sobre todo
animales aislados (bisontes, caballos, ciervos, jabalíes), tratados con un gran
realismo, pudiéndose ver los detalles: ojos, crines, pezuñas. Aparte de los
animales, otros temas que aparecen con menos frecuencia son la figura
humana disfrazada y los signos extraños entre los que se encuentran las manos
pintadas en negativo, que presentan algunos dedos mutilados (cueva de
Maltravieso, Cáceres).
Las pinturas
destacan por su policromía (varios colores): negro, blanco, rojo,
amarillo, ocres. Para obtener los colores utilizaban grasas animales, jugos
vegetales, sangre, huevos, tierras de variado color, madera quemada para las
siluetas en negro. Los colores se aplicaban con pinceles fabricados de fibras
vegetales, pelos de animales, soplando sobre cañas huecas (como un primitivo spray)
o simplemente con los dedos. Para la iluminación utilizaban lámparas de piedra
con mecha y grasa, junto con antorchas realizadas de forma similar. A veces se
aprovechan los salientes de la roca para dar volumen y movimiento a las
pinturas.
¿Qué significado
tienen estas pinturas? Estas pinturas han sido interpretadas con un significado
de tipo mágico. Las pinturas suelen encontrarse en lugares escondidos, en
rincones de difícil acceso, como si se tratara de un santuario mágico-religioso;
a veces las pinturas aparecen superpuestas. Los animales son representados
frecuentemente atravesados por lanzas y flechas, a veces las figuras humanas
aparecen disfrazadas de animales o como si estuvieran realizando una danza
mágica. El significado de estas pinturas sería que el pintor-cazador cree estar
en posesión de la cosa pintada y que el animal real morirá al morir el animal
pintado. Las pinturas tendrían una finalidad mágica que favorecería y haría
posible la caza: animal pintado es igual a animal cazado.
En sentido
parecido, se han interpretado estas pinturas como un intento de aplacar los espíritus de la gran fauna, para que no
les fueran hostiles.
Podemos considerar
la gran sala de la cueva de Altamira (Santander) como la obra maestra. Son también importantes las
santanderinas de Puente Viesgo, El Castillo y La Pasiega, las asturianas de
Tito Bustillo y Peña Cándamo y las francesas de Lascaux y de
Trois Frères.
Además de las
pinturas de la zona anterior que podemos llamar franco-cantábrica,
aparecen en época prehistórica muy posterior, en momentos cercanos al
Neolítico, las pinturas de la zona levantina española. Estas
pinturas se encuentran en abrigos rocosos o en los huecos de los acantilados.
Aparece la figura humana, realizada de forma muy esquemática, en escenas de
caza, o de danza en torno al jefe, o de lucha entre guerreros, o recolección de
la miel…lo que demuestra que existe una organización social perfectamente
establecida y que la cultura neolítica está próxima. En estas pinturas se
prefiere la monocromía, un solo color. Destacan las pinturas de Cogull
(Lérida), las de Valltorta (Castellón), El Parpalló (Valencia) y las de Alpera
y Minateda (Albacete).
Aparte de las
pinturas podemos destacar los grabados y relieves realizados sobre
piedra con buriles de sílex y de temática principalmente animalística.
Aquí tienes más información en estos vídeos.
Aquí tienes más información en estos vídeos.
EL ARTE RUPESTRE EN LA PENÍNSULA IBÉRICA
No hay comentarios:
Publicar un comentario